Queridas mujeres y hombres salvajes, hoy os quiero hablar de las consecuencias de tener una familia intrusiva. Para ello, usaré a nuestra pareja favorita, Inés y Juan, que ya conocéis parte de sus historias por mi Instagram y Tiktok. Vamos allá:
Inés adora a su familia, realmente son buenas personas, la cuidan y la protegen. Pero cuando conoce a Juan, se da cuenta de cosas que nunca antes había percibido: La falta de límites que existe en su familia.
En su casa dan por hecho que los domingos comen todos juntos, y Juan debe ir a la comida familiar. Pero él prefiere hacer otros planes, porque trabaja muy duro toda la semana. Los días de sol, por ejemplo, le propone a Inés irse al campo, hacer un picnic o incluso irse de acampada a las montañas. Inés se siente culpable porque ella también desea hacer otros planes, pero le da pena de sus padres, que siempre están diciendo que se encuentran solos. Esto comienza a mermar los planes de la pareja, que el resto de la semana tienen que trabajar. Ambos comienza a sentirse atrapados en las normas de la familia.
Por otro lado, la madre de Inés está todo el día queriendo saber detalles de la pareja: En qué se gastan el dinero y cómo lo administran, cómo cuidan a sus hijos, si Juan es un "buen marido" (según su criterio) o no. Esto hace que constantemente esté preguntando cosas íntimas, pero no solo eso, sino que en su cabeza se crea historias de cómo son las cosas en casa de la pareja, y evidentemente su hija siempre es la pobrecita y Juan el malo.
Para que su madre se calme y la deje tranquila, Inés recurre a intentar explicarle cómo funcionan las cosas en su pareja, qué tipo de actividades hacen, cómo Juan es un buen padre o le explica que no es el típico hombre que no hace nada en casa.
Al final, acaba contando cosas que a la madre no le incumben, cosas que Inés no quería contarle, solo por parar las críticas que su madre hace sobre su marido. Esta estrategia, evidentemente, no funciona, y más adelante te explicaré el porqué.
Juan está cansado que toda la familia sepa su intimidad, así como de estar bajo el punto de mira de la madre, lo que hace que tenga problemas con su mujer.
Pero no solo su madre no respeta su intimidad. Toda la familia es intrusiva. Veamos más ejemplos:
Un día, Inés estaba dando el pecho a su bebé en la habitación donde dormía en su infancia. Tenía la puerta cerrada y le cantaba suavemente. Era un momento especial entre ambas. Sin previo aviso, su prima y su marido abrieron la puerta porque "estaban de visita" y "querían ver a la bebé" y entraron sin consentimiento.
Esto molestó profundamente a Inés, que sintió violentada su intimidad y el vínculo con su hija, por lo que protestó. Lejos de pedir disculpas y salir de la habitación, su familia dijo: "pues te aguantas" y continuaron dentro de la habitación, delante de la pobre Inés que aún tenía un pecho fuera, y agitando a la bebé. Su hija comenzó a llorar, e Inés tuvo que calmarla, algo que le llevó muchísimo tiempo y la llenó de ansiedad.
Estas son algunas de las escenas que podemos encontrar en familias intrusivas, pero hay muchas más.
El próximo lunes veremos cómo son las dinámicas de estas familia desde la infancia a la edad adulta, y las consecuencias para sus miembros. También daré consejos para sanar las heridas que dejan.
Recuerda que si necesitas terapia 100% individualizada, puedes pedir cita con mi equipo especializado en trauma infantil y terapia de pareja:
コメント