En la anterior entrada vimos cómo son las familias intrusivas a través de escenas que viven Inés y Juan, hoy vamos a ver las dinámicas y cómo comenzar a sanar las heridas que dejan.
Cómo son las infancias y la edad adulta de las personas que crecen en estas familias, y sus consecuencias en la edad adulta:
Críticas constantes: Las familias que no tienen límites pretenden que todos los miembros sean iguales o bien sean como ciertas personas de la familia creen que deben ser. Cuando salen de estas "formas de ser", reciben críticas que dañan fuertemente la autoestima e impiden el desarrollo de lo que el psicoanalista Donald Winnicott llamó: Verdadero Self, algo fundamental para la salud mental infantil y adulta.
Falta de espacios íntimos: Como vimos en el ejemplo de la habitación, en estas familias no se respeta la intimidad. Las puertas (reales y metafóricas) son "decorativas" y no significa nada que uno de sus miembros la cierre. Los familiares entran sin llamar. Husmean en la intimidad de la persona, no respetan cajones, ni cerraduras, ni diarios, ni nada de nada. La niña o niño (o adultos) no tienen derecho a tener su intimidad, pues todo es observado y violentado. Estos adultos tendrán problemas para poner límites en la edad adulta y defender sus espacios, opiniones... Además, pueden sentirse fácilmente invadidos, por lo que tendrán dificultades en las relaciones.
Opiniones no solicitadas: Este tipo de familias dan opiniones, normalmente nocivas, sin ser solicitadas. Se entrometen en asuntos que por ejemplo, deberían ser solo de la pareja. Muchas veces utilizan la ironía o la burla para comentar cosas que no les incumben, siendo esto profundamente dañino, especialmente porque ha sucedido desde la infancia. Si las personas se quejan, les dicen cosas como "ay mujer, que sensible eres" o "no te lo tomes así, que no es para tanto". En lugar de pedir perdón y rectificar. Esto genera bajan autoestima y sentimiento de inferioridad y humillación.
Se comunican dando órdenes: Algunos miembros de la familia suelen hablar en forma de "órdenes" que los otros miembros deben cumplir. Por ejemplo, le pueden decir a Inés o Juan cosas como "cómete la tortilla" cuando quizás ellos no quieren seguir comiendo. Si dicen que no, esto es tomado como una ofensa. Esto genera culpa a la hora de conectar con los deseos propios, defenderlos y poner límites.
Toma de decisiones de forma autoritaria, sin consultar: En las familias intrusivas algunos miembros toman decisiones por otros sin consultarles. Esto no solo ocurre con los menores, sino también con los adultos, que son tratados como niños pequeños. Por ejemplo, pueden decidir comprarles cosas que no necesitan, ocultar información sobre familiares enfermos o situaciones que atañen a la persona, o tomar decisiones sobre la salud de éstas. Esto creará personas que no confían en sus capacidades y que pueden someterse a la autoridad, o justo lo contrario, personas que toman todas las decisiones sin ayuda de nadie, sobrecargándose de responsabilidades que no son suyas.
Secretos divulgados a otros familiares e incluso desconocidos: En estas familias, cuando a uno de sus miembros le pasa algo, rápidamente se corre la voz sin el consentimiento del afectado, por ejemplo cuando se cuenta una enfermedad o un embarazo. Esto puede generar en la persona afectada un rechazo a contar sus problemas a sus seres queridos, creando desconfianza en el vínculo, puesto que las personas que supuestamente más le quieren, la traicionan. Además, la persona que ha sido expuesta a esta dinámica desde pequeña intentará resolverse los problemas sola, ya que no puede confiar en que si cuenta algo, no será desvelado a otras personas.
¿Cómo comenzar a sanar?
Como siempre es mi obligación decirte que el lugar óptimo para sanar es una buena terapia. Allí se creará un espacio seguro donde podrás hablar de tu dolor sin juicio, sin órdenes, respetando tus tiempos y sanando tus heridas.
Comienza terapia ya:
Date cuenta que estás en este tipo de familia: El autoconocimiento y el "despertar" es el primer paso para sanar. Puede ser doloroso, pero si no eres consciente que estás en estas dinámicas, no puedes protegerte.
Experimenta una nueva vida: En este tipo de familias se suele tender al pensamiento único, es decir, que todos piensen y hagan las mismas cosas. Atrévete a explorar qué te gusta a ti. Eso sí, no lo van aceptar, aún así, debes seguir tu camino.
Recuerda que te van a criticar: Sí, lo van a hacer, solo por ser tú misma. Debes saber que sus críticas no dicen nada malo de ti, sino de cómo ellos perciben el mundo.
No intentes cambiarlos: Estoy segura que llevas muchos años intentando que sean de otra forma, eso siempre que te hayas dado cuenta que son así. Esto te lleva mucha energía y desilusiones. A veces, es mejor dejar de intentar cambiarles, y reenfocar tu energía en construir tu vida. Duele, pero merece la pena.
No entres en el juego: En la entrada anterior te contaba cómo Inés, para que su madre la aceptara y no pensara mal de su marido, estaba todo el día dando explicaciones. Esto hacía que contara intimidades que eran solo de la pareja, entrando en el juego de "control" que su madre ejercía sobre ella. Inés tenía la esperanza de ser validada y aceptada, pero esto nunca iba a pasar, porque no eást en Inés el problema, sino en cómo su madre interpreta la vida.
Toma distancia, aunque sea por periodos de tiempo: En las familias invasivas e intrusivas es fundamental tomar distancia por periodos de tiempo. Son familias que merman mucho la energía y autonomía. No te digo que rompas el vínculo, pero sí mereces tener tu espacio.
Espero como siempre, haberte ayudado a sanar un poco más tus heridas de la infancia y construir la vida que deseas.
Sara
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